~ LA ‘PUTA’ DE VALENCIA (y II)
Sigo contando en esta segunda y última entrega lo mejor que, a efectos gastronómicos, me pasó en Alicante y Valencia -y lo mejor fue mucho- durante la semana pasada:
6) Mi incursión -solitaria y fugaz- en el Trencadish, local recién abierto por Raúl Aleixandre en una callejuela del barrio de El Carme. Probé el canelón de rabo, la berenjena asada con cebollitas tiernas y anchoa del Cantábrico y el buñuelo de bacalao Ca’ Sento, homenaje al restaurante familiar que fundaron sus padres, uno de los mejores que tuvo Valencia. Yo tuve la gran suerte de conocer y entrevistar a Sento, padre de Raúl, e incluso de acompañarle a comprar y comprobar su fanatismo radical por el mejor producto. La cena en Ca’ Sento, hace diez años, es uno los hitos memorables de mi experiencia como plumilla gastronómico.
7) Compartir un arroz a banda junto a Pelusa en L’Estimat y, esa misma noche, escuchar de cerca sus profundas y turbadoras canciones en el Kaf Café, de Benimaclet. Sin olvidar la rica horchata que nos tomamos en la mítica granja Santa Catalina, camino de la Estació del Nord.
8) Que estando solo en casa de Clara Ruiz, mi hermosa anfitriona del barrio de El Carme (conocida también como Rara Ruiz), bajase la vecina de arriba, con una tacita en la mano, a pedirme un poco de arroz.
9) El delicioso homenaje que, en forma de almuerzo, nos dimos Clara y yo en el Central Bar, abierto hace tres meses por el chef Ricard Camarena en el maravilloso Mercat Central. Sepionets con tocino y puerro, coca de pisto con atún, un puñado de quisquillas… Para remojar el gaznate, un tinto sabroso: el Mestizaje, con parte de bobal, de la bodega valenciana Mustiguillo.
y 10) Uno de los mejores maridajes (lo siento: aún no hemos inventado una palabra mejor) que he probado nunca. Fue con un postre. Bernd Knöller, chef del Riff, puso una recreación del tradicional arnadí a base de helado de calabaza, mahonesa de almendra cruda y cabello de ángel, y nos lo tomamos con una deliciosa sidra artesanal de la bodega alemana Schneider. ¡Un hurra por la sumiller Paquita Pozo!