Posts Tagged ‘ Can Xicu ’

~ COSAS DE IBIZA (y II)

'Espardenyes' a la brasa con panceta de Joselito y reducción de zanahoria, de El Hotel de Pachá.

'Espardenyes' a la brasa con panceta de Joselito y reducción de zanahoria, de El Hotel de Pachá.

El imponente islote de Es Vedrà ha sido, como iba diciendo, lo que más me ha gustado de la escapada gastronómica a Ibiza. Si tuviera que establecer un ranking relativo a lo mejor del viaje, quedaría así: 1) en primerísimo lugar, el poder alucinatorio de Es Vedrà contemplado desde la orilla de Cala d’Hort; 2) el ambiente local del bar-estanco Can Xicu, apacible cantina de Sant Miquel de Balansat; 3) las espardenyes a la brasa que comí en El Hotel (de Pachá) gracias a su chef, el bermeano Íñigo Rodríguez; 4) el mero asado con arroz de pisto que preparó José Miguel Bonet, de Es Ventall; 5) las habas de temporada que disfruté tanto en Can Curreu como en S’Ametller (aquí con su vaina); 6) la panceta asada con crema de almendra que pedí en Punto Gastro, un nuevo tapas bar de Santa Eulària des Riu; 7) lo bien que me entró la cerveza Isleña (con cebada ibicenca) mientras observaba el trajín y la fauna del Blue Marlin, chiringuito pijales de Cala Jondal, y 8) el silencio y los desayunos con aguacates de Can Planells, así como la hospitalidad de Joan, director de este agroturismo. Lo peor, con diferencia: no poder visitar en paz el maravilloso poblado de Balàfia porque sus propietarios (la manía de malvender un patrimonio que debería ser para todos) lo han llenado de perros agresivos y que andan sueltos. En este caso, estoy más de acuerdo que nunca con Proudhon: «La propiedad es un robo».

~ COSAS DE IBIZA (I)

El islote de Es Vedrà visto desde Cala d'Hort.

El islote de Es Vedrà visto desde Cala d'Hort.

Vuelvo de Ibiza, donde me he tirado un largo fin de semana tratando de comer bien, misión complicada. En Ibiza tienes de todo. Y todo, a un paso de todo. Si quieres fiesta delirante y psicotrópica, la tendrás a cinco minutos de donde estés; si quieres paz máxima, también la encontrarás de un voleo. La isla blanca que sedujo a Walter Benjamin y Emil Cioran puede zarandearte de aquí para allá y llevarte de la pesadilla fashion al éxtasis contemplativo en cuestión de segundos. Los bandazos son tremendos. En Ibiza puedes alquilar una cama balinesa con segurata en el chiringuitazo de moda, Blue Marlin (Cala Jondal), siempre que te sobren 10.000 euros, pero también puedes tomarte una ración de huevos fritos por 3,50 en Comidas San Juan, antigua fonda de la capital, o tomarte una copita de hierbas dulces en la paz de Can Xicu, cantina y estanco abierto hace casi un siglo junto a la iglesia fortificada de Sant Miquel de Balansat. Además, puedes cenar mientras te susurran canciones al oído en el Lío, restaurante-cabaret del Grupo Pachá, o casarte (no lo hagas) en la orilla de Cala Vadella con Moisés Machado, campeón de cocina de Baleares y wedding planner, en el papel de chef nupcial. Por no hablar de las suites temáticas para millonetis del hotel musical Ushuaïa, una especie de after camuflado que pertenece al emporio Matutes. Habitaciones insonorizadas con potentes equipos de sonido para exprimir la fiesta en petit comité. En agosto, la suite para tres adultos va a 2.250 euros. No se admiten niños y el secador de pelo es lo de menos. Lo mejor del viaje ha sido, como de costumbre, la potente belleza del islote de Es Vedrà un mediodía lluvioso y con olas.