~ CUENTOS PARA SIBARITAS (IV)
EL CANÍBAL ARREPENTIDO, de Giovanni Papini. No hay dos sin tres, así que aquí va el tercer relato sobre antropofagia de esta antología de cuentos para sibaritas. Forma parte del manuscrito que un tal Gog confía al narrador en un manicomio privado. Entre las páginas que le lega este millonario hawaiano -«un cínico, sádico, maniático, hiperbólico semisalvaje»-, aparece Nsumbu, viejo africano cuyo vientre sirvió de sepulcro a trescientos humanos mientras esta práctica era legal en su tierra antes de ser colonizada. Gog le adopta para garantizarse una conversación «más apetitosa» que la que podría procurarle un cura, un boss o un asceta, pero sufre una gran desilusión: Nsumbu ha caído “en la imbecilidad” y se ha vuelto vegetariano. El africano justifica su conversión dietética en la posesión por parte de una de sus víctimas nutricias: un blanco misericordioso cuya alma le ha atormentado y vencido con «la tentación de la piedad». Nsumbu acaba recordando con náuseas aquella raciones de «enemigo asado» y, en una concesión final a los misioneros europeos, acaba limitando su ingesta al consumo de legumbres y fruta, pero ese arrepentimiento hará que se gane el repudio del caprichoso Gog. Hay una espléndida traducción del menorquín Màrius Verdaguer.
EL QUE NO HEM MENJAT, de Sergi Pàmies. Cambiemos de dieta (ni canibal ni vegeta) para acudir a la consulta de una dietista diplomada. ¿Será posible que surja el amor en una sala de espera rabiosamente convencional? Por descontado que sí. Homenajeando en su título a Josep Pla (El que hem menjat) y aliñando el relato con abundante jerga gastronómica, el autor nos guisa un divertido affaire a fuego lento entre dos usuarios de mediana edad. Estos «companys de fatiga» en la penosa tarea de adelgazar van cumpliendo objetivos y se van quitando quilitos mientras maceran sin prisas la atracción mutua… ¿Llegará el ansiado momento de flambear su recatada pasión adúltera? ¿Se encenderá vistosa y vulgarmente para apagarse en un pispás como el merengue de un espectacular soufflé Alaska? Esta historia del escritor y periodista francocatalán (nacido en París por causa del exilio de su padre, Gregorio López Raimundo, dirigente del PSUC) forma parte de La bicicleta estàtica, conjunto de 19 relatos marcados por los «naufragis de la maduresa», tal como te anticipa la reseña de contraportada.
LA LEYENDA DEL PAN, de Michel Tournier. Mediante un romance común, el escritor francés nos cuenta cómo se creó, en una aldea del Finisterre bretón, el primer panecillo de chocolate. El hijo del panadero de Pouldreuzic y la hija del panadero de Plouhinec se enamoran. Si en el pueblo del novio tocan la bombarda, cultivan alcachofas, escancian sidra y hacen un bollo suave que es todo miga, en el de la novia prefieren sonar la gaita, dedicarse a la patata, fermentar jugo de pera y elaborar panes duros y resistentes (todo corteza) para proveer a los marineros. A fin de evitar humillaciones y conflictos entre los pueblos rivales, se trasladan a vivir a medio camino, a Plozévet, donde abren la primera panadería. De cara a la boda y a su nuevo negocio, la pareja decide crear un pan nuevo, híbrido y síntesis de las dos variedades: un pan duro-blando. Al novio le toca lograr un pan crustáceo: duro por fuera y blando por dentro como un bogavante. Más ardua es la papeleta para la novia, crear el pan vertebrado: blando por fuera y duro por dentro como el conejo. Tournier incluye esta leyenda en Medianoche de amor, obra inspirada en Il Decamerone, de Bocaccio, y en que una pareja organiza un copioso festín de manjares marinos para anunciar a los amigos su inminente separación.
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