~ ¿HUEVOS EN ZAMPLA?

Portada del libro de Juan Caja. FOTO: María Rami

Leo estos días las jugosas memorias de infancia de Juan Caja Ríquez -nacido y criado en Calamocha (Teruel)- gracias a la edición póstuma preparada por su hijo Juan Pablo. No faltan los recuerdos gastronómicos, que nos hablan de la dieta espartana y rural que debía observarse en aquel pueblo turolense durante la larga posguerra: las patatas del tocino, recién cocidas y así llamadas por estar destinadas a los cerdos (o tocinos, en Aragón); las coles con patatas, preparadas ¨las noches del invierno al calor de la lumbre¨; las morcillas y otros embutidos de la matanza; las postas de bacalao, cortado en lonjas cuadradas y frito con guindilla… También alude a unos misteriosos huevos en zampla, receta aragonesa ¨posiblemente perdida¨, según presume el autor. He indagado dentro y fuera de la red sobre este plato y no he hallado más que una solitaria referencia: en su ficha sobre longaniza de Aragón, la web de Cárnicas Latasa -con sede en Monreal del Campo- cita unos ¨huevos en zampla con longaniza¨, pero no da más detalles sobre ingredientes o elaboración. La expresión zimpli-zampla, que significa comer o hacer una cosa deprisa o atropelladamente, podría estar relacionada, así como el término zamplar, que equivale a zampar en tierras aragonesas. Ni rastro de zampla ni de zamplar, sin embargo, en el simpático Ensayo de un diccionario aragonés-castellano, de Mariano Peralta, editado en Zaragoza en 1836 y reimpreso en Palma, diecisiete años más tarde, por Pedro José Gelabert. Otra de las fórmulas que aparecen en esta crónica autobiográfica es la de los melocotones al vino, mejunje festivo a base de esta fruta que tan bien se da en Aragón. Mezclada con tinto de la tierra (¨el denso tinto de la vega del Jiloca¨), cachos de manzana, azúcar, canela ¨y algún otro ingrediente alcohólico que aumentaba el vigor del caldo¨, servía para potenciar también el arrojo de los mozos en el baile y en la suelta de vaquillas. Esta era la bebida oficial para festejar en agosto al patrón calamochino, San Roque. Entre los personajes de esta memoria breve -truncada por la muerte del autor-, figura el napolitano Silingardi, oficial y cocinero de las tropas italianas al servicio del bando fascista. Gracias a él, Juan Caja descubrió el queso parmesano y probó los mejores platos de pasta de toda su vida. Y su madre aprendió a elaborarlos conforme al estilo tradicional del sur de Italia en ese pueblo ¨seco y frío¨, renombrado por la calidad de sus jamones.

  1. Sigo sin noticias sobre la elaboración de los enigmáticos huevos en zampla, aunque hay quien los relaciona con los huevos tontos, cuya receta podéis encontrar en internet.

  2. Huevos en Zampla. Debes hacer una tortilla de 8 o 10 huevos con ajo perejil y añadir un poco de bacalao espizcado o miga de pan o patata. Por otro lado preparas un poco de caldo como medio litro o un poco más en una cazuela de barro. Luego se corta la tortilla en cuadraditos pequeños y se pone en la cazuela de barro con cuidado de no desarmar el círculo cuando empieza a hervir, se apaga el fuego y lista para comer. Típica años atrás de los días de Cuaresma. Recuerdos de Calamocha

  3. Muchas gracias, Jesús, por la receta. Una maravilla.

  1. No trackbacks yet.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: